No podemos volver a la normalidad capitalista, el modelo debe ser enterrado: Juan José Rojas

04/03/2020

Las soluciones deben venir de la energía social, fortalecer las economías locales y generar autonomías.

Cuando en el mundo suman más de un millón de contagios de Covid-19 (y contando) y en nuestro país las autoridades ordenan y enfatizan el aislamiento para mitigar la aceleración del contagio y no colapsar el sistema de Salud,  actores sociales y académicos llaman a repensar el modelo dominante mundial.

En México, el doctor Juan José Rojas Herrera, especialista en cooperativismo y economía social y solidaria, sintetiza: “No podemos volver a la normalidad capitalista que existía antes de la crisis. El modelo neoliberal debe ser superado, debe ser enterrado definitivamente.”

Las alternativas deben surgir de la energía social, de fortalecer las economías locales y las autonomías. En eso la economía social y solidaria tiene mucho que aportar a los nuevos paradigmas, expone.

El catedrático de la Universidad Autónoma de Chapingo explica la contradicción que se vive con la pandemia y el sistema capitalista global: la salud prioriza la vida de las personas y este sistema prioriza la ganancia. “En el capitalismo ganancia y vida de los humanos parece que son incompatibles,” advierte.

Al reflexionar los casos de cómo se ha enfrentado a la pandemia, Rojas Herrera señala que ha evidenciado la debilidad de los Estados que se han desmantelado por 30 años de sistema neoliberal.

El proyecto de la 4T llegó a su límite

El caso mexicano lo mira en un punto medio, entre el cuidado del interés de la gente, del sector privado y los intereses del Estado. El presidente López Obrador está con su proyecto y no quiere dar marcha atrás, suelta.

El país no está preparado para enfrentar esta pandemia, decreta. “Si el mundo es vulnerable, México lo es más, puede haber consecuencias muy graves. Los más afectados, como siempre, van a ser los sectores más desprotegidos de la sociedad.”

“El proyecto de la 4T llegó a su límite,” afirma el académico. La idea de recuperar el Estado benefactor, limitar al libre mercado, tener una participación estatal en la economía con la reactivación energética y megaproyectos,  hacer una redistribución del ingreso vía programas sociales y subsidios a las personas ya no serán viables después de la crisis, expone. No hay condiciones y el presidente parece no entenderlo, dice.

Analistas prevén una contracción de entre el 5 y 10% del PIB mundial y Hacienda la calcula en 3% del PIB nacional. La crisis va a golpear principalmente a las empresas pequeñas y medianas, dentro de las cuales están las cooperativas y de la economía social. “Sin duda va a haber una mortandad importante de cooperativas y empresas sociales,” pero también se demostrará que son las más resilientes, opina Rojas Herrera.

Llamar a un Pacto Nacional

Es importante, dice, reconstruir el Estado y que se prepare para estas emergencias, pero también que la sociedad se empodere, actúe de manera proactiva, use instrumentos para ser actor de los procesos sociales y económicos, se organice.

Rojas Herrera expone que “es momento de dar un giro a la 4T y comenzar a impulsar ahora sí una economía mixta con la participación equivalente, igualitaria de los actores de la economía, eso implicaría apostarle realmente a la economía social y solidaria.”

Si el presidente escuchara, sugiere, debería apoyarse en la sociedad, “desatar la energía social, hacerla partícipe y corresponsable de la solución de los problemas, darle los instrumentos para que lo haga.”

La respuesta a la pandemia la mira en la organización social y en la autonomía y ésta, dice, comienza por la economía: “Una de las enseñanzas es que para ser menos vulnerables tenemos que crear economías locales fuertes, que no sean tan dependientes de los procesos globales y podamos ser autosuficiente a nivel comunitario y local.”

Si la iniciativa privada se contrae, como va a ocurrir, dice, si la incertidumbre atemorizará al capital para invertir y el Estado no tendrá recursos, “entonces tenemos que movilizar a la sociedad.”

Desde la visión del gobierno considera que “tiene que elaborar un Plan Nacional de Generación de Empleo, un plan emergente, estratégico. La capacitación masiva puede ser una solución, una alternativa para generar empleo de manera rápida.”

Dicha capacitación implica llamar a la gente de comunidades rurales y urbanas para que, a partir del potencial existente en sus lugares, elaboren proyectos productivos de baja escala, de mercado local y regional, que generen empleo inmediato y reactiven la economía local con circuitos integrados.

“Pienso que hay potencial en las empresas cooperativas como para poder plantear de forma autónoma este programa de generación de empleos desde la economía social y solidaria,” expone. Además, se podría “hacer un proceso experimental en alguna región del país, en un estado, como un ejemplo vivo, y en un tiempo demostrar que sí se puede reactivar la economía con recursos propios.”